La cerveza es una bebida alcohólica, no destilada, de sabor amargo, que se fabrica con granos de cebada germinados u otros cereales cuyo almidón se fermenta en agua con levadura y se aromatiza a menudo con lúpulo, entre otras plantas.
De ella se conocen múltiples variantes con una amplia gama de matices debidos a las diferentes formas de elaboración y a los ingredientes utilizados. Generalmente presenta un color ambarino con tonos que van del amarillo oro al negro pasando por los marrones rojizos. Se la considera «gaseosa» (contiene CO2 disuelto en saturación que se manifiesta en forma de burbujas a la presión ambiente) y suele estar coronada de una espuma más o menos persistente. Su aspecto puede ser cristalino o turbio.
La primera cerveza surgió de casualidad. Un pan de cebada húmedo que acabó por fermentar de forma natural y soltando un líquido aromático que gustó tanto que se siguió repitiendo el proceso para lograr cerveza de manera artificial.A lo largo de los tiempos y las culturas, la cerveza fue empleada con diversos fines: como medicina, parte de la alimentación, ofrenda religiosa, bebida para las tropas, salario, bebida permitida a los frailes durante sus periodos de ayuno… y poco a poco fue extendiéndose por toda Europa, a pesar de que para los romanos era “bebida de pobres” y ellos preferían el vino, bebida que hasta entonces era la reina de la mayor parte de países europeos.